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La novillada concurso que ponía broche al ciclo de encastes minortarios,
quedó acertadamente por parte de un manido aunque incompleto jurado
desierta en sus premios. Con lo de manido me refiero a su variedad de
miembros, desde profesionales como Juan Cubero, Carlos Abella, a
presidentes de las principales peñas y asociaciones de la capital,
algunos se ausentaron, los motivos los desconozco, pero en el caso de la
Asociación que me representa como asociado, el no acudir a este tipo de
actos por creerlos colaboración con la empresa me parece lamentable
pues tener la oportunidad de opinar libremente sobre el juego de los
novillos es algo que debemos agradecer si nos tiramos todo el año
reclamando que se nos tenga en cuenta. Aun estoy esperando una nota
informativa que explique el porque de la decisión por parte de la
directiva. Si estas situaciones se repiten lo normal es que no se cuente
con la Asociación El Toro de Madrid para nada; por otro lado también
fallaron del Foro Juventud y de El Puyazo, además del error por parte de
quienes convocasen el jurado de no contar con nngún miembro de la
resurgida AJTE, que merecían su participación para darles un empujón.
Llendo
al juego del ganado y el transcurso de la tarde nos hemos de centrar en
que abrió plaza un terciado y algo mal hecho ejemplar de Partido de
Resina, que de salida embistió a media altura, empujó en las dos
primeras varas que le fueron administradas traseras; desde fuera del ojo
de cerradura se arrancó al trote una tercera, siendo rápido sacado del
encuentro. Por chicuelinas algo accidentadas quitó Miguelín. En
banderillas el novillo espera, cortando bastante. En la muleta fue noble
y embistió como los pabloromeros han embestido caracteristicamente, a
media altura, rechazando la corta distancia en los cites y prefieriendo
embestir por el derecho. De buena estocada mató Miguelín y el puntillero
se encargó de levantar al cárdeno, que fue ovacionado en el arrastre.
Jaral
de la Mira entró a la concurso sustituyendo al de Barcial, el utrero,
metió la cara de salida, pegajoso, en la primera vara derriba tras
zizaguear en la pronta embestida, de largo y pronto acudió la segunda, y
el piquero no se agarró, poniendo trasera después la vara. Desde largo
tomó una tercera cumpliendo quedándose a empujar y arrancando con
prontitud, el utrero habia sido bravo en varas pero se fue delantando en
los siguientes tercios desde que se doliese en los pasados pares que
puso Raúl Rivera, aunque el tercero fuese de mayor entidad. En la muleta
el morlaco tuvo buena condición, pero da con las telas de un novillero
con poco oficio, viniendose muy a menos, encontrandose la muleta y
topando con ella en cada lance. Para matarlo es complejo, y a la tercera
le deja media en buen sitio. Fue despedido el de Jaral con división,
algunos se acordaron de su juego en varas, otro le recordaron viniendose
abajo y pegando brincos cuando las frías.
Alonso Moreno, un
hierro histórico con un hato ya testimonial entraba a la concurso
representando uno de los ultimos resquicios del encaste Urcola en
pureza, pero no fue la ocasión y la despedida no pudo tener lugar al
desplomarse en varas y ser devuelto.
Salió en su lugar un primer
sobrero, perteciente a la ganadería de Cassasola, procedencia Juan
Pedro Domecq, que salió también blandeando y que con celo tomó una
primera vara trasera, algo más distraido en el segundo puyazo, tras el
que blandeó pasando a banderillas sin verse un tercero, cosa que aunque
no concursase por ser sobrero, habríamos de disfrutar a diario. Berreón,
doliendose en banderillas llegó a la muleta quedandose corto y
protestando. Alberto Escobar pinchó en alto dos veces y despachó
finalmente de una estocada atravesada.
En cuarto lugar en el
ruedo apareció un utrero a un día de cumplir para cuatreño del hierro
joven de Cubero Buendía, que tras ser puesto de largo en la primera
vara, empuja al acudir de más cerca en una vara trasera, tardeando mucho
para la segunda, de la que se fue suelto. En la muleta fue sosito y
noble, siguiendo bien los vuelos en función de su querencia, y también
quedandose mas corto a raíz de ese factor. Tras dos pinchazos lo mató de
estocada caída, escuchando un recado presidencial.
El número 13
de Aurelio Hernando, que entraba en la concurso tuvo que ser sustituido
por el segundo sobrero, que pertencía a este hierro, ya que a pesar de
ser pegajoso repitiendo de salida y pelear con fiereza aunque haciendo
sonar el estribo en un puyazo caído, quedó lesionado al salir del mismo,
siendo por tanto devuelto.
Abanto de salida fue el de Aurelio,
le dieron un sin fin de trapazos hasta dejarlo, alucinen ustedes, al
relance, en un puyazo en el que apretó mucho el animal, tomando también
al relance una segunda vara tras la que blandeó y salió suelto. Osó Raúl
Rivera a pedir un cuarto par, tras escuchar las protestas del público,
como si ejecutase la suerte de manera excepcional. En la muleta comienza
alegre la embestida, pero el animal va acortando ante la destemplanza y
la cantidad de trallazos que le pegó el muchacho. Tras pinchar dejo una
estocada, cayendo al suelo, aflorando por tal motivo una petición de
trofeo que en Madrid empieza a ser habitual para premiar la tragedia sin
mirar lo acontecido, afortunadamente no fue atendida por el palco. Al
final si no pudo darse la vuelta con pelo en la mano, tiró de simpatía y
saludó desde el callejón camino de la enfermería.
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dandole distancia se le debia aver toreado como se ve en la imagen |
El de Sánchez
Arjona fue sin lugar a dudas el de peor condición y comportamiento,
hizo una fiera salida, desarmando, en la primera vara se arrancó pronto,
peleando con la cara alta, para el segundo escarbó y tardeó demostrando
gran mansedumbre, la suerte se hizo fenomenalmente bien, pero el animal
no queria nada con el montado pues tras acudir se repuchó, y más
complicado fue el colocarle una tercera para que no llegase crudo a la
muleta, asique terminaron por meterlo bajo el peto a base de malos
capotazos, el animal se fue crudo y lo correcto y que hubiese ahorrado
capotazos habría sido ir con el caballo en busca del coquilla y taparle
la salida, pero en Madrid ven un casco sobrepasar la cal y a un picador
echandole valor y saliendo a por el novillo y se echan las manos a la
cabeza, queda mucho por aprender a la primera plaza del mundo.En
banderillas esperó mucho, y en la muleta se quedaba clavado al piso, tal
como hacía en los corrales cuando su atención era llamada, una media
lagartijera terminó con el de Arjona.
Nota: Aunque el éxito no
tuviese lugar, no cabe duda que poder disfrutar de la suerte de varas y
de la diversidad de encastes en el ruedo siempre es algo que debemos
potenciar, para que estos ganaderos recuperen su ilusión y los
resultados vayan mejorando. Si bien la suerte no acompañó, esperemos que la concurso se repita, y que tengamos en la temporada también la ocasión de disfrutar de una corrida concurso.
texto: Cartujanillo. fotos: Roberto Yebes